jueves, marzo 18, 2010

Carta de Amor

Bueno esta es mi carta, la cual presenté al concurso de cartas de amor del instituto y gané :p . Gracias a todos los que me habeis felicitado y enhorabuena a todos los participantes. Un saludo.


PATRIA Y AMOR
Puebla de Almoradiel, a 8 de febrero de 2010
Querida amiga,

Te escribo esta carta para decirte que aún no me he olvidado de ti, muchos años, de los cuales por una parte ni quiero acordarme cuantos son, han pasado. Yo era un pequeño niño, solo sabía mi nombre, Romeo me llamaban por aquel entonces. Recuerdo aún el último verano que pasamos juntos, cuando yo me bañaba en el río y tú me mirabas triste, porque sabías que me iría pronto de allí; cuando por las noches a escondidas yo leía tu historia, que cada vez me gustaba más y más. También recuerdo a mis amigos que con los ojos medio llorando me decían: “Tranquilo, algún día volverás y nunca más volverás a irte.”
            Yo hacía como que no lo sabía, pero en verdad, mi humilde corazón se rompía en cachos. Así, sin padres, pasé ese verano. Aún recuerdo con toda perfección el día en el cual mis padres volvieron y me dijeron, mañana nos vamos de aquí, nos vamos a un sitio mejor, donde vamos a poder vivir tranquilos, y así fue. Me fui llorando, implorando que me dejaran contigo, ya que yo te quería demasiado.
            Ocho años han pasado desde ese día, y alguna vez te visité, pero tú no estabas, cada vez que iba me decían que, o habías cambiado o no sabían nada de ti, hoy ya nadie se acuerda de los buenos momentos, como aquel invierno de 1989 en el cual te dieron una cara nueva, o el año nuevo de 2007 cuando por fin te pusiste a la altura de tus amigas y vecinas.
            Me fui y te abandoné, al principio lloraba todos los días, un dolor tremendo me recorría el alma y ahora sigo recordándote, sigo amándote locamente, pero parece que tú me has olvidado, me  has olvidado a mí y a miles de amigos más. Pasaste de nosotros por la codicia de tus padres, y de aquellos que te llevaban por el mal camino. Te llevaste a tu interior al resto de mi familia porque cada vez estabas más corrompida, pero ahora por fin se ve una luz, esa luz de la que tanto me hablaban y que yo nunca vi hasta hoy.
            Esa luz que me recuerda los días de verano, en las cuales parece que el sol nunca se pone, esa luz que hace que tú seas una de las más bellas del mundo, que hace que cada vez que oigo algo bueno sobre ti, me sobresalte y me sienta orgulloso. Pero a la vez cuando oigo algo malo me resigno y digo: “Me da igual, yo la quiero tal y como es, con sus virtudes y con sus defectos.”
Ahora me paro, pienso y me pregunto, ¿por qué no vamos juntos hacia la luz? ¿Por qué no nos cogemos de la mano como cuando éramos niños inocentes? ¿Por qué?
Hay tantos porqués y tantas preguntas que me encantaría que contestaras, pero a la vez las dejaras en el olvido y que seamos dos felices que vagan, que yo me vuelva a bañar en el mismo río, ver a mis amigos, ver a mi familia, verte a ti mi querida Rumanía.
Espero que si has llegado hasta aquí, alguna lágrima haya bajado lentamente por tu mejilla tal y como me está pasando a mí. Y para que nunca más te olvides de mí te escribo este poema:
Tantos kilómetros nos separan,
tantos días sin hablarte,
tantos días sin saber de ti.
Todo es muy extraño cuando te miro
porque veo mi pasado,
veo mi presente y mi futuro,
pero no te veo a ti.
Entonces pregunto y nadie me contesta.
Sé que algún día te volveré a ver y
sé que tú me recibirás feliz
y me amarás tal y como yo lo hago.
¡Rumanía, te quiero!

Tú más querido, Adrián.